miércoles, 16 de junio de 2010

Gatas

Dicen que las gatas caen de pie, pero yo soy madrileña y me doy de bruces contra el suelo, una y otra vez, supongo que es porque juego a perder. Pero no se alarme que he aprendido a lamer mis heridas y las secuelas suelen ser cuatro rasguños, ya ni me duele, oiga. Eso sí, he tenido que aprender a disimular mis imperfecciones, que por mucho que de noche todos los gatos sean pardos, hay caídas que le dejan a una cojeando y eso se nota.

1 comentario:

  1. Hay algunas cojeras que imprimen carácter como la del doctor House. Para las demàs una bolsa de guisantes congelados...

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