lunes, 29 de noviembre de 2010

Puzzle

¡Será posible! Cuántas vidas he empezado y he sido incapaz de acabarlas...

lunes, 22 de noviembre de 2010

Lesson 1

Cuando se aprende, o mejor, se estudia algo desconocido nos estamos desafiando. Ponemos nuestra inteligencia a prueba: ¡qué miedo!
En general, los progresos del principiante son rápidos y patentes. No puede ser de otra manera cuando se parte de la ignorancia absoluta. Así, los inicios suelen ser alentadores. No hay que fiarse, porque luego la cosa se puede poner fea y ante la primera dificultad llegan las dudas y las ganas de abandonar. No sería la primera vez que salgo por la puerta de emergencia.
A eso hay que sumarle lo ridículo de compartir el aprendizaje de un idioma (que es de lo que estamos hablando) con los semejantes. Y es que nos retrotraemos a nuestra más tierna infancia y donde antes había palabras ahora sólo se oyen balbuceos y alguna que otra frase sin demasiado sentido. Y resulta que eso es gracioso; y ahí es cuando me siento un bicho raro porque yo no me río, es que no me hacen ninguna gracia ni mis errores ni los de los demás (toca sonreír, no se vayan a dar cuenta que no participo de ese humor). Yo quiero más y más, move forward, no me deleito cuando a alguien (yo mismo) se le resiste un fonema.
Pero no piensen que no lo disfruto, tampoco desapruebo la actitud de mis compañeros, sea cual sea el motivo o las circunstancias con las que uno asume nuevos retos, de lo que se trata es de tener proyectos, de esforzarse por pensar. Enfin bref, de ser más humanos.

jueves, 18 de noviembre de 2010

La cuerda floja

¡Ay,ay,ay! Cuidado que se está desgarrando. Lo noto. La línea que separa la madurez del desencanto es cada vez más fina. Si la vida sigue tirando así se acabará rompiendo sin solución.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La soledad del cerezo

Ha crecido solo.
Los inviernos le han hecho fuerte: despojándolo año tras año de sus colores otoñales.
Es duro y robusto como su madera.
Sólo en primavera, cuando se cuaja de flores, asoma su carácter nipón: delicado y elegante.
La soledad del cerezo no es voluntaria: es.
Por eso quise pintarlo, para que se viera, como yo le veía a él, para que supiera que no estaba solo. No me dio tiempo.
Vinieron a partirle el tronco de un hachazo y, con él, su alma.
Me duele.



martes, 9 de noviembre de 2010

Ascensor

En el ascensor. Luz de fluorescente -una luz que pese a ser más familiar que la del sol me resulta extraña. Se cruzan palabras, para llenar el vacío del aire: "Dame la mano. A ver..."
Y deslizó sus dedos sobre su mano, recorriendo la palma hasta llegar a las yemas. Uno a uno fue introduciéndolos en su boca, uno a uno los lamió, haciéndolos suyos.
Una mano la sofaldó, recorrió las medias, y la otra le agarraba de la nuca tirando de algún mechón de pelo atrapado entre sus dedos. Y poco a poco su cuerpo fue cediendo, transformándose en alas sus piernas. Liberados del nailon y la culpa se abalanzó sobre ella, una y otra vez el frío del espejo en su espalda.
En el ascensor. Luz de fluorescente-una luz que pese a ser más familiar que la del sol me resulta extraña. Se cruzan palabras, para llenar el vacío del aire: "Adiós. Buenas noches."

sábado, 6 de noviembre de 2010

Manifiesto del soñador


¡Pobre iluso! De pobres nada, que los dejen en paz.
Tendemos a pensar que hay que sacudir esas mentes, sacarles de un supuesto estado de estupor y echarles la realidad a la cara. Me parece una crueldad. Es atacar a quien es más vulnerable y como suele ocurrir hay quien disfruta con ello, alegando justa causa: "no podéis vivir en la inopia, la vida es dura y hay que estar preparado para los desengaños".
En su defensa diré que distinguen perfectamente la realidad de sus anhelos y, francamente, no puedo evitar identificarme con quien cree que se es más feliz viviendo de los propios pensamientos que asumiendo las verdades de la vida (el cinismo nunca ha sido un antídoto contra la amargura, a los hechos me remito).
Dicho esto, que no venga nadie a sacarles de su remanso de paz, dejadles que deformen la realidad a su antojo que imbéciles no son. Tener fantasías es en definitiva un mecanismo para seguir viviendo, ¿o acaso tienen ustedes un buen motivo? Son estímulos que si no se materializan (ya sabemos que no), al menos serán el punto de partida de obras literarias, musicales, pictóricas, etc. Aquellos que aprecian el arte que den las gracias a aquellos que sufren al ver que sus sueños no se hacen realidad y no por ello dejan de buscarlos y de plasmarlo.
Nota del autor: Pongo en cursiva todos aquellos términos cuyo significado no domino y que están sujetos a la libre interpretación.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Un león y un ratón


Hace no muchos años estuve en una fiesta del reino animal. Tuve la suerte de admirar a los animales en estado salvaje: un cisne negro de largo cuello, pavos reales con plumas verdes y azules, como aquella noche, y por supuesto el rey de la selva, esta vez acompañado de pantera, negro y suave pelaje, amarillos y desafiantes los ojos. Coloreaban la escena rosados y ágiles flamencos, y creo que hasta una gallina clueca. Cuando pensaba que yo era un simple espectador sorprendí a un leopardo intentado hacerme su presa, tratando de separar mis muslos con sus zarpas, como si quisiera desplegar unas alas.
Aquello no duró mucho pues, a medida que se acercaba el alba fueron cayendo las pieles feroces y las plumas y surgieron las bestias, cerdos, asnos y vacas. Para cuando el sol despuntaba, aquellas habían quedado reducidas a ratas y cucarachas.
No piensen que esta historia es fantasía, ocurre frecuentemente en los momentos más insospechados, cuando por desgracia algunos no podemos evitar mostrar nuestra verdad: YO, una cucaracha o a veces un sapo.