lunes, 22 de marzo de 2010

Carrusel



El día no tiene nada de especial, un domingo cualquiera, en una ciudad cualquiera. Navega por el asfalto una chica cualquiera con los ojos puestos en la mar. Todo en orden, sus pupilas marinas están en calma, sólo la brisa salada que se enreda en su pelo turba la serenidad del momento. Al final del malecón advierte una mancha borrosa que va tomando forma de carrusel; no tiene edad para estas cosas pero por qué no - es su respuesta para todo. Rodeada de ocres y luces de colores su vida empieza a girar. No para de girar, da vueltas, y vueltas, y más vueltas y aquello no se detiene nunca; ella tampoco quiere que pare porque sabe que si lo hace tendrá que pensar y no sabe si lo soportará.

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