jueves, 21 de enero de 2010

Torpe

Tienen que saber que si algo soy, es torpe; tanto, que al nacer tropecé con el cordón.
Caminar por las aceras y bordillos, subir y bajar escaleras: una carrera de obstáculos; el próximo traspié siempre a la vuelta de la esquina.
Mis extremidades nunca obedecieron a mi cabeza; seguir el ritmo, una utopía.
Callo lo que tengo que decir y digo lo que tengo que callar; mis comentarios, el don de la inoportunidad.
Más que éxitos acumulo torpezas, errores, deslices que me cuelgan como medallas…
Y además, dicen que el Hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Eso tampoco ayuda, claro.

1 comentario:

  1. Dedicarse a saltar a la cuerda con el cordón umbilical justo tras nacer es imprudente. Pero si al crecer, tus extremidades siguen a su bola, tranquila pues al menos sólo tienes cuatro. Curioso que te den medallas incluso sin participar. Así no me extraña que acarrees una pesada losa con la que tropezaría dos, o más veces, hasta un paquidermo.

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