domingo, 10 de enero de 2010

A mi Chef Guevara

Nos encontramos cuando más perdidos estábamos
y acabamos de extraviarnos juntos: tú a hacer las Américas, yo a hacer puñetas.
Abandonaste los fogones por el calor de los atardeceres panamericanos,
te marchaste en busca de buenos sabores y mejores aires,
colgaste el delantal para enfundarte el traje de cuero,
y ahí estás, dejando esa estela rubia por las pampas y desiertos araucanos.
He oído que te mueves a ritmo de cumbias, bachatas y tangos
pero sabemos que lo tuyo es hacer Malabares entre ollas y pucheros,
siempre o casi siempre, con la sartén cogida por el mango.
Sé que le has cogido el puntito a la Lima de los mojitos, amigo,
pero (nos conocemos) aunque sé que te va mucho el asucaaaaaarrrrrr
siempre has sido de darle al jamón serrano regado con buen vino.
No te pediré que vuelvas pero tenías que saber...
la vida sin ti sabe mucho peor, cocinero.


(Neruda, no te remuevas en tu tumba, no lo volveré a hacer...)

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