Aquella madrugada Mefisto vino a ver a Tomás mientras dormía sus últimas horas. Mefisto es en realidad una mujer, una mujer con un apetito sexual insaciable. Sigilosa se metió en su cama y al oído le susurró el siguiente trato: a cambio de un polvo, le ofreció una segunda vida. Se equivocaba de destinatario. Mefisto no sabía que Tomás se había jurado no volver a nacer. Con una vida había sido suficiente. Mefisto, consciente de que sólo alguien que no ha tenido que luchar por sobrevivir puede despreciarla de ese modo, quiso seducir a su víctima recordándole que podría revivir los momentos estelares y volver a experimentar con la intensidad de la primera vez los placeres de la vida.
-Tomás, en esta vida te has enamorado más de una vez. ¿No quieres recuperar ese sentimiento con la espontaneidad y la inocencia de la juventud?
- Para nada. Ya sobreviví a los desasosiegos y a las incertidumbres del querer. El amor es un viaje del que disfruté pero que no lleva a ninguna parte.
- ¿Que no lleva a ninguna parte? ¿No volverías a ver por primera vez la cara del fruto de tus entrañas?
- Cuando tuvo edad para hacerlo mi hijo se alejó de mí y me culpó de sus errores. Aunque viviese cien vidas, siempre sería el responsable último de las faltas de mis vástagos.
- ¿Y qué me dices de los placeres mundanos? ¿Excitar el cuerpo y la mente hasta la extenuación?
-La satisfacción que se obtiene cumpliendo los deseos del cuerpo, dura una enésima parte de lo que duran los remordimientos.
- ¿Y qué hay de tus planes de dejar huella en este mundo? ¿Alcanzar la inmortalidad? Tomás, tienes una segunda oportunidad para triunfar.
-Mefisto, déjame en paz.
Tomás se volvió a dormir con la certeza de que los motivos expuestos no eran suficientes para decir que la vida merecía la pena y que de su existencia no dependía el curso de la humanidad. Cuando desapareciese el mundo seguiría siendo el mismo. La misma mierda.
Bravo P. Muller !!!
ResponderEliminarsi se aceptan peticiones me pido un bis con la release 2.1 donde Mefisto vuelva a insistir a Tomás y éste acceda a revivir lo vivido. Y claro está, nos desgrane usted los sabores....