"La vida no tiene remedio." Es una ocurrencia de la Razón. Me lo suelta así, a bocajarro, clavando sus pupilas en las mías para que no pueda mirar hacia otro lado. La Razón tiene la fuerza y la malicia de un tornado, y si se lo propone arrasa con ilusiones y esperanzas. Es astuta y se disfraza de escudo pero no es más que un vulgar
atrapasueños.
Siempre habrá quien la defienda a ultranza, otros la exhiben como estandarte, y yo hoy reniego de ella.
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