-Ya tengo los resultados de las pruebas. Tengo cáncer.
-¿Te estás muriendo?
-Como tú. Sólo que a mí me han dado fecha.
-No sé cómo puedes hablar así.
-¿Hablar cómo?
-Con esa frialdad, como si no fuera algo serio.
-Oye, que el que se muere soy yo. ¿Eso también te molesta?
-Por favor…
-Sí, seguro que te jode. Esto no lo puedes controlar. Aquí no eres tú la protagonista.
-¿Es eso lo que piensas de mí?
-Sí, me muero y te quedarás sola. Y ya no podrás pensar en lo que hago mal, en cómo te hago sentir. En lo desgraciada que eres a mi lado. La culpa de todo lo que te pase será tuya y sólo tuya.
-¿Y cuánto ha dicho el médico que te queda?
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