jueves, 23 de febrero de 2012

Una buena educación

Si algo tengo que agradecer a mi familia, toda ella, es como han sabido llenar mi vida de matices. En casa nunca nos han tratado como a niños, hemos sido personas, desde nuestra infancia hasta hoy. Generosamente, han compartido cada espacio de su vida con sus descendientes. No hay mejor enseñanza. De su mano, he respirado aires muy distintos, y he tocado diferentes pieles, y he visto muchas miradas. Y así, conozco detalles de otras vidas que no sé si llegaré a tener. Privilegio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario