Una gota se llevó la primera historia.
Otra se llevó la segunda y la tercera y la cuarta.
Una gota envolvió el dolor y lo alejó.
Otra se lo llevó lejos, más lejos y más lejos y más.
Una gota se llevó la confianza.
Otra la minó, más y más y desapareció.
Otra, otra, otra y otra, otra vez.
Y cayó la última gota.