Miedo. Capaz de sacar lo peor de los mejores y la bestialidad de los peores.
Miedo. Enemigo de la libertad y de la firmeza.
Miedo. Tirano del alma que hundes en tus sombras a la razón.
Miedo. Aliado de la mentira y la soledad.
Miedo de mí mismo. Miedo mío.
lunes, 28 de febrero de 2011
Vacaciones
Pensaba que quería viajar, dejarlo todo y levantar una vida. Sentir otra vez el sabor de las cosas por primera vez. Estar lejos de todo, de su civilización, de su cultura, de sus leyes y normas, esas que tan desgraciados nos hacen. Lejos de una sociedad que confunde crueldad y egoísmo con seguridad. Sería como volver a nacer.
Pero siempre quiero volver a mis calles, a mis bares, a mi jardín y a mis zapatos. Y vivir esa rutina, el dolor y la pena contigo. Porque eso también es vivir. Contigo.
lunes, 14 de febrero de 2011
Inteligencia, humor y erotismo
Hay quien se excita con los pechos grandes, los hay que se ponen nerviosos con un movimiento de caderas, están los que chupan pies y los que se pierden con unos brazos tonificados. Ojos, manos, piernas, culos, carne y más carne. Muy rica, por cierto, pero carne al fin y al cabo.
Pero, ¿qué hay de los que se encienden con una conversación? Los que necesitan un intercambio de ideas con o sin intercambio de fluidos. ¿Por qué no resulta creíble? Si se ha de estimular el cuerpo, más aún la mente que es la que domina los sentidos. Y para eso la inteligencia y el sentido del humor que también son atributos sexuales, más poderosos quizás que los físicos. Después de unas risas viene un buen polvo, seguro, que por algo lo llaman descojonarse.
Pero, ¿qué hay de los que se encienden con una conversación? Los que necesitan un intercambio de ideas con o sin intercambio de fluidos. ¿Por qué no resulta creíble? Si se ha de estimular el cuerpo, más aún la mente que es la que domina los sentidos. Y para eso la inteligencia y el sentido del humor que también son atributos sexuales, más poderosos quizás que los físicos. Después de unas risas viene un buen polvo, seguro, que por algo lo llaman descojonarse.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Una tregua
El jueves es el día más corto de la semana, es así. Empezar, empieza como todos: "¡Coño, joder!". Pero a medida que va pasando el día, los minutos y luego las horas se van acelerando y cuando cae el sol las agujas del reloj empiezan a correr a un ritmo desesperado. No sé cómo no estallan los relojes - ya podrían hacerlo alguna vez y darnos una tregua.
Es curioso aunque imagino que para otros no será sólo cosa de los jueves.
Es curioso aunque imagino que para otros no será sólo cosa de los jueves.
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